Pensar la mediación

Contexto de las jornadas: Medialab-Prado y el programa de mediación

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Medialab-Prado (MLP) se propone como un laboratorio abierto a cualquiera, más allá de su disciplina, sus títulos y sus posibilidades de implicación; un laboratorio pensado especialmente para el encuentro, la colaboración y el intercambio; un laboratorio donde hacer experimentos con los saberes libres del ansia por la legitimación; un laboratorio donde quepa la vida, los cuerpos y los afectos, el valor de lo informal y de la cercanía, la fiesta…

Pero para que esto sea posible es fundamental todo un trabajo de mediación. ¿Qué significa esto?

Existe en MLP desde sus inicios un programa de mediación y un equipo cambiante de personas que desde experiencias muy diversas han desempeñado esta función “mediadora”. Los mediadores trabajan en la superficie de contacto: la línea dentro/fuera, la zona de intercambio con el exterior de MLP. Cuidan de que sea porosa y atravesable, pero también firme y segura. En concreto, acogen al visitante, entablan con él una conversación, relatan lo que ocurre en MLP, atienden el espacio, ponen en relación a personas con personas, a personas con proyectos, etc. A veces poco visible y desde luego complejo, el trabajo del equipo de mediadores habilita y sostiene un entramado, un entorno, un ambiente de cooperación que hoy por hoy define a MLP.

El traslado de MLP al espacio de La Serrería impondrá nuevos desafíos. MLP estará más expuesto que nunca a fuerzas favorables y desfavorables. El destino se juega en buena medida en la superficie de contacto. De ahí que la apuesta por la mediación sea central. La idea es que el programa y el equipo de mediación tenga aún más riqueza y diversidad de funciones, más presencia y relevancia en la vida cotidiana de La Serrería. Pero en última instancia, las prácticas de mediación no se circunscriben a un grupo determinado, sino que depende de todo y de todos (máquinas, herramientas, espacios, lenguajes, comunidad) que un espacio sea reapropiable por sus usuarios.

Nuestro objetivo con estas jornadas es seguir pensando en qué consiste el trabajo de mediación, sin circunscribirnos necesariamente al contexto de los centros culturales. Es decir, compartir reflexiones y experiencias con todo aquel que se pregunte cómo mediar sin intermediar, cómo acompañar sin dirigir, cómo facilitar sin simplificar, en definitiva, cómo fabricar mundos comunes en condiciones de altísima complejidad y heterogeneidad social.

Entre noviembre y diciembre habrá cuatro sesiones. Continuaremos en enero.

Algunas referencias:

Algunas conclusiones del proceso «Pensando y haciendo Medialab-Prado»

«Superficies de contacto», un artículo de Franco Ingrassia


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